Nota sobre nuestro público

Este documento esboza el pensamiento de la Global Partnership for Sustainable Development Data (la Global Partnership) sobre la gobernanza responsable de los datos, y está basado en el compromiso con nuestra red de más de 700 socios del mundo académico, el sector público, el sector privado, las organizaciones sin ánimo de lucro y las organizaciones multilaterales de todo el mundo. Incluye reflexiones prácticas de utilidad para profesionales y responsables de la toma de decisiones, interesados en desarrollar nuevos y mejores enfoques para gobernar los datos en beneficio de las personas.

Agradecimientos

Este documento se basa en la experiencia del equipo de la Secretaría de la Global Partnership y de una red más amplia de organizaciones, con las que estamos muy en deuda. Las contribuciones de Karen Bett, James Henderson y Fredy Rodríguez Galvis han sido inestimables, y los autores les agradecen su orientación y los ejemplos compartidos de su trabajo. Gracias también a Jenna Slotin, Claire Melamed, Lizzy Hvide y Jennifer Oldfield por sus los comentarios y sugerencias.

Conectar la gobernanza de datos con un desarrollo digital que funcione para todos

En 2022, el Secretario General de las Naciones Unidas (ONU) instó a todos los países a establecer un Pacto Digital Mundial para promover un "futuro digital abierto, libre, inclusivo y seguro para todos", que deberá acordarse en 2024. Se trata de un objetivo que todo el mundo debería apoyar, como sostiene Jenna Slotin, Directora Principal de Políticas de la Global Partnership: "Conseguir que las economías digitales funcionen para todos es un reto complejo que tiene sus raíces en cómo se gestionan y gobiernan los datos que producen y utilizan estos sistemas."

Las agendas digitales y de datos de los países están estrechamente interrelacionadas. Las herramientas y los sistemas digitales se basan en datos que permiten a las organizaciones prestar servicios personalizados a los ciudadanos donde y cuando más los necesitan, y el análisis de datos da lugar a ideas que informan las decisiones políticas. Por eso, escribe Slotin, "el mayor potencial para mejorar la prestación de servicios y la toma de decisiones proviene de la vinculación y minería de estas bases de datos."

Sin embargo, como muchos (incluida la ONU) han reconocido, estas prácticas amenazan la privacidad y los derechos humanos. Grandes cantidades de datos pueden ser una mina de oro para las organizaciones dispuestas a desplegar prácticas de vigilancia y pueden ser vulnerables a las violaciones de datos y al uso indebido, incluso cuando son gestionados por partes interesadas bien intencionadas. En consecuencia, la gobernanza y la gestión de los datos están en el centro del éxito o el fracaso de un futuro digital abierto, libre, inclusivo y seguro para todos.

Lea el blog de Jenna Slotin, En la transformación digital, el diablo está en los datos.

Global Digital Compact consultation hosted by ITU in Bucharest, Romania. Credit: ITU.

Consulta sobre el Pacto Digital Mundial organizada por la UIT en Bucarest, Rumanía. Crédito: UIT.

No somos los únicos que adoptamos una definición de gobernanza de datos centrada en las decisiones, más que en los tipos específicos de resultados. Cada vez es más común considerar que la gobernanza de datos se refiere principalmente a los procesos de toma de decisiones sobre cómo se almacenan, gestionan, publican, comparten, utilizan y reutilizan los datos. Y existe un amplio consenso, entre las organizaciones centradas en el uso de datos para el bien social, acerca de que las personas y las comunidades deben participar en los procesos de toma de decisiones en torno a los datos que les afectan. Pero estas conversaciones no suelen ir más allá de afirmar que es importante abrir procesos para fomentar la transparencia y la participación.

Sin embargo, detenernos ahí no nos ayuda a abordar los principales retos relacionados con los datos y el poder, en particular, los relacionados a (a) la concentración de poder en la toma de decisiones en torno a los datos, incluso cuando las personas que más tienen que ganar o perder con estas decisiones están en gran medida excluidas del proceso de toma de las mismas, y (b) la falta de recomendaciones prácticas y ejemplos para las personas que intentan que las decisiones sobre los datos sean más transparentes y responsables.

En la Alianza Global trabajamos con nuestra diversa red de más de 700 socios en pro de la creación de los sistemas de datos necesarios para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Lo anterior se traduce en un enfoque significativo hacia los datos en sí mismos, garantizando que sean oportunos, fiables, precisos e inclusivos, y que representen las diversas necesidades y experiencias de todas las personas y comunidades. También requiere que las instituciones y los procesos de toma de decisiones en torno a los datos rindan cuentas a las personas de las que proceden los datos y a las personas y comunidades afectadas por su uso. Basado en una amplia consulta y aprendizaje en toda nuestra red, este documento pretende dar una luz sobre las formas de hacer que la gobernanza de los datos sea más responsable, y establecer medidas prácticas para lograrlo.   

¿Qué es la gobernanza responsable de los datos y por qué es importante?

La gobernanza responsable de los datos hace referencia a estrategias, políticas y prácticas de toma de decisiones caracterizadas por la participación, la transparencia y la sostenibilidad. En este contexto, participación significa que, los mecanismos para que las personas y las comunidades hagan parte de la toma de decisiones están disponibles y son accesibles. Transparencia significa que, los procesos de toma de decisiones son visibles y comprensibles, y que los poderes y normas de toma de decisiones son claros y explícitos para todas las partes interesadas, especialmente las personas y comunidades afectadas por las decisiones basadas en datos. Por último, la sostenibilidad se refiere a la realidad de que los mecanismos para garantizar la transparencia y la participación de los ciudadanos no son excepcionales. Por el contrario, deben integrarse en las prácticas de gobernanza de datos y reproducirse y aplicarse sistemáticamente a lo largo del tiempo. Deben ser partes integrales de los planteamientos de la gobernanza de datos y no fichas ocasionales.

Instaurar una gobernanza de datos responsable es una condición previa para la generaciónde confianza entre las partes interesadas en cómo se recopilan, gestionan y utilizan los datos. Si no se confía en la gestión de los datos por parte de las organizaciones -ya sean gobiernos, empresas, organizaciones de la sociedad civil u organismos multilaterales-, el uso de estos no podrá mantenerse en el tiempo, ya que la gente dejará de apoyar el uso de los datos por parte de estas instituciones. Por ejemplo, cuando WhatsApp actualizó sus condiciones de servicio en 2021, la falta de confianza de los usuarios en las nuevas normas llevó a millones a pasarse inmediatamente a la empresa rival Signal.

También en 2021, el gobierno británico se vio sometido a escrutinio legal por su contrato para proporcionar datos del Sistema Nacional de Salud (NHS por su sigla en inglés) a la empresa de análisis de datos Palantir. El antiguo vicepresidente de la Asociación Médica Británica, Kailash Chand, describió el impacto: "El secretismo en torno a lo que el Gobierno está haciendo con los datos del NHS, trabajando con empresas como Palantir, dañará la confianza que queda entre las comunidades étnicas, para los inmigrantes y en la familia del NHS en su conjunto. A personas como yo nos resulta difícil convencer a las minorías étnicas de que esto se hace en su propio interés". De hecho, negarse a facilitar datos o a participar en su recopilación es una forma de protestar contra los procesos opacos o el mal uso de los datos por parte de las instituciones, especialmente entre las comunidades históricamente marginadas. 

Por el contrario, cuando las personas pueden opinar sobre el uso que se hace de sus datos, los sistemas de datos más fiables y dignos de confianza conducen a un uso y re-uso más equitativo y eficaz. La gobernanza responsable prepara el camino hacia ecosistemas de datos justos y sostenibles.

Lecciones de nuestra red

La Global Partnership se encuentra en una posición única para contribuir a que la conversación sobre la gobernanza de datos sea más práctica, abogando por una mayor rendición de cuentas en los procesos de toma de decisiones y sugiriendo medidas prácticas para lograrlo. Podemos compartir conocimientos y experiencias sobre estrategias de gobernanza de datos responsables de nuestra red de organizaciones asociadas, que representan a gobiernos, donantes, organizaciones de la sociedad civil, empresas, instituciones académicas, y organizaciones no gubernamentales y multilaterales.

Desde la creación de la Global Partnership en 2015, su misión ha sido crear conexiones y espacios para que personas y organizaciones compartan conocimientos y colaboren para aprovechar el poder de los datos con el fin de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. A principios de 2021, lideramos la formación del Proyecto de Valores de Datos (Data Values Project), una consulta política global y una campaña centrada en el desarrollo de principios para apuntalar hacia un futuro de datos justo. Durante una consulta que estuvo abierta por un año, recibimos contribuciones de más de 350 personas de 63 países y de una amplia gama de sectores, comunidades y regiones. Los resultados de esta consulta condujeron a la publicación de un libro blanco, "Reimagining data and power: Una hoja de ruta para poner los valores en el centro de los datos", y el lanzamiento del Manifiesto #DataValues en 2022, que insta a gobiernos, empresas, organizaciones de la sociedad civil, donantes y otros actores a cambiar la forma en que se financian, diseñan, gestionan y utilizan los datos.

Este documento refleja los resultados de estas consultas y los aprendizajes de la campaña Data Values, junto con las lecciones de casi una década de establecimiento de foros participativos con múltiples grupos de interés, y de soporte a gobiernos y organizaciones para aumentar sus conocimientos sobre la gobernanza de datos. El presente documento promueve medidas prácticas centrándose en (a) recomendaciones para crear espacios de participación e inclusión en la gobernanza de datos y (b) estrategias de creación de capacidades para animar a los líderes a adoptar prácticas de gobernanza de datos responsables.

Entender la participación en el contexto de la investigación sobre gobernanza de datos

El aumento de los debates en torno a la gobernanza de datos en los últimos años se refleja en el trabajo de numerosas instituciones de investigación—entre ellas el Instituto Ada Lovelace, el Instituto de Datos Abiertos y el Instituto Aapti—que están desarrollando ideas y probando enfoques para aumentar la responsabilidad en la forma en que se recopilan, gestionan y utilizan los datos.

El Instituto de Datos Abiertos ha liderado la reflexión sobre las instituciones de datos para ilustrar su capacidad de administrar datos en nombre de los ciudadanos y las comunidades. La Iniciativa Datasphere ha publicado un Atlas de la Gobernanza, que localiza las organizaciones en el ecosistema de datos, y actualmente apoya la experimentación con espacios aislados para permitir el intercambio responsable de datos entre jurisdicciones. El Centro para el Desarrollo Global ha contribuido a la investigación vinculando, en el fortalecimiento de las prácticas mundiales de gobernanza de datos, las leyes de protección de datos y la gobernanza de datos y detallando el papel que las organizaciones multilaterales deben desempeñar. El GovLab se ha centrado en el desarrollo del concepto de administradores de datos, entendidos como "líderes organizativos o equipos facultados para crear valor público mediante la reutilización de los datos de su organización (y la experiencia en datos); la identificación de oportunidades de colaboración intersectorial productiva[;] y la respuesta proactiva a las solicitudes externas de acceso funcional a datos, conocimientos o experiencia". El Instituto Ada Lovelace también ha contribuido a la conceptualización de la custodia de datos desde una perspectiva jurídica y analizando los mecanismos legales para ponerla en marcha.

En comparación, se ha prestado menos atención a cómo fomentar y permitir la participación continua de los grupos de interés, incluido el desarrollo de capacidades y competencias relacionadas con la gobernanza de datos. El Open Data Institute ha logrado avances notables con su trabajo sobre las instituciones de datos, el Aapti Institute y Data2X con su trabajo sobre las cooperativas de datos, y el Ada Lovelace Institute con su trabajo sobre la administración participativa de datos. Sin embargo, el fomento de la responsabilidad a través de una mayor participación en la gobernanza de los datos sigue estando relativamente poco explorado.

Cuando se trata de mecanismos participativos, el nivel de inversión necesario para participar (desde la simple consulta a la toma de decisiones colectiva) y el formato (desde los fideicomisos de datos a los comités directivos) pueden variar, pero todos se basan en el supuesto de que las personas y las comunidades tienen derecho a dar forma, directa o indirectamente, a las decisiones sobre los datos que les afectan. Se reconoce así que ciertas formas de gobernanza participativa de los datos (es decir, las que implican una representación directa) exigen mayores niveles de compromiso, conocimientos y aptitudes que otras (por ejemplo, las que implican una delegación), por lo que pueden resultar más gravosas para las personas y comunidades participantes.

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Un consultor tecnológico de la India habla en una reunión. Crédito: Wonderlane.

Los administradores de datos pueden facilitar una mayor participación

La custodia de datos ha surgido como una función o un papel para facilitar la gestión y el uso fiables y responsables de los datos. Aunque la comprensión exacta sobre la administración de datos sigue siendo objeto de debate, está claro que los administradores de datos pueden desempeñar un papel central en la creación de asociaciones de múltiples partes interesadas, facilitando la participación de nuevos actores e involucrando a las comunidades en el acceso, el intercambio y el uso de los datos. Los administradores de datos pueden abrir los procesos de gobernanza de datos a consultas más amplias, al escrutinio y a la toma de decisiones colectiva. Dada la imposibilidad práctica de incluir a todo el mundo en los procesos de toma de decisiones, también pueden contribuir a encontrar el equilibrio adecuado entre la delegación de poderes de decisión y el establecimiento de procesos participativos con múltiples partes interesadas.

Las personas que desempeñan estas funciones y poseen las competencias pertinentes siguen siendo escasas en la mayoría de los países. Un estudio reciente, del Centro para el Estudio de las Economías de África sobre la gobernanza responsable de los datos en África, analizaba esta carencia de competencias en Nigeria, Marruecos, Kenia, Mauricio y Sudáfrica y sugería que, en estos países, "las entidades privadas y públicas basadas en datos que deberían aplicar principios de gobernanza a sus flujos de trabajo de procesamiento, aún no han establecido funciones de gobernanza de datos dentro de sus organizaciones."

La creación de espacios de participación y el arraigo de las funciones de administración de datos en las organizaciones son fundamentales para lograr una gobernanza de datos responsable.

Más allá del cumplimiento: Por qué son importantes las habilidades sobre gobernanza de datos

A pesar de las evidentes pruebas de su importancia, el desarrollo de las capacidades y los conocimientos de las personas rara vez ocupa un lugar destacado en los debates sobre la gobernanza de datos. La mayoría de los debates sobre competencias en datos se centran en el aumento de la capacidad técnica y la formación de científicos de datos o, alternativamente, en la mejora de la alfabetización general en materia de datos entre las personas.

El aumento de las competencias técnicas y la alfabetización en materia de datos son importantes para lograr un futuro de datos justo, como destaca el libro blanco de Data Values "Reimagining Data and Power" (Reimaginar los datos y el poder). Sin embargo, el aumento de las competencias técnicas y la generalización de la alfabetización en materia de datos no bastan por sí solos para lograr una gobernanza de datos responsable.

Cuando faltan habilidades en materia de gobernanza de datos y los responsables de la toma de decisiones no comprenden la importancia de gobernar los datos de forma responsable o de generar y mantener la confianza, las decisiones sobre gobernanza de datos se limitan al cumplimiento de la legislación vigente. Cuando las competencias y los conocimientos en materia de gobernanza de datos son escasos o inexistentes, como sigue ocurriendo en alrededor del 25% de los países, la rendición de cuentas también es escasa o inexistente.

Cada vez hay más pruebas de que una gobernanza de datos deficiente crea oportunidades de para el aprovechamientos de estos. Por ejemplo, la literatura reciente sobre el colonialismo de datos explora cómo las organizaciones con sede en el Norte Global han sido capaces de implementar prácticas extractivas de datos en los países del Sur Global, gracias a la debilidad percibida o real de los marcos legales en estos últimos. El servicio de Internet limitado Free Basics que Meta (antes Facebook) ofrece en los mercados en desarrollo, por ejemplo, ha sido acusado de recopilar enormes cantidades de metadatos de sus usuarios y de violar las normas de neutralidad de la red, según una investigación realizada por Global Voices en Colombia, Ghana, Kenia, México, Pakistán y Filipinas.

El colonialismo digital de China, que el académico sudafricano Willem Gravett ha definido como actividades que abogan por la soberanía de Internet (frente a un enfoque global de Internet), es otro ejemplo destacado. Gravett sostiene que China anima a los gobiernos africanos a aplicar la censura para exportar tecnologías de vigilancia autoritarias y desplegar IA y técnicas de extracción de datos por todo el continente. Esto ha sido posible por la débil legislación sobre privacidad y protección de datos, así como a la falta de conocimiento y experiencia directa de los responsables políticos, según una investigación del Grupo Insikt.

Como sugieren estos investigadores, cuando los responsables de la toma de decisiones y el público en general carecen de competencias en materia de gobernanza de datos, el único baluarte contra el mal uso de los datos por parte de las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales son las leyes y las políticas. El cumplimiento de las leyes, cuando existen, es importante, pero no satisface el alto nivel de la gobernanza de datos responsable. Y, cuando las leyes y políticas necesarias son débiles o inexistentes, la falta de competencias en materia de gobernanza de datos impide que surjan oportunidades de control y equilibrio a través de la participación.

Group of people holding up net neutrality protest signs in the street.

Concentración para proteger la neutralidad de la red en San Francisco, 2017. Crédito: Credo Action.

Dada la amplia gama de habilidades y contextos para la gobernanza de datos, las competencias relacionadas no se enseñan fácilmente y a menudo quedan fuera de la ciencia de datos y otros programas técnicos. Los debates en torno a la administración de datos y los conjuntos de competencias que se exigen a los administradores de datos, a nivel organizativo y en todos los sectores, están ayudando a arrojar luz sobre este ámbito.

Para establecer mecanismos de gobernanza de datos que obliguen a las organizaciones públicas y privadas a rendir cuentas a sus ciudadanos, clientes y socios, se necesitan líderes y administradores de datos cualificados e informados. Para ello es necesario que los responsables de la toma de decisiones comprendan la importancia de la gobernanza de datos y confíen en la creación de mecanismos de participación y toma de decisiones participativa.

En Colombia, por ejemplo, la dirección del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) se ha mostrado especialmente interesada en cuestiones de gobernanza de datos y dispuesta a experimentar con mecanismos formales e informales de participación. Esto se ha traducido en su trabajo con comunidades en riesgo de ser marginadas, como los indígenas, las comunidades LGBT+ y las minorías raciales o étnicas. En los últimos años, el DANE ha tratado de adoptar enfoques consultivos y cooperativos que, dejan espacio para que las comunidades den forma a cómo se recopilan, gestionan y utilizan los datos. El trabajo del DANE para disponer de datos de la población LGBT+, ha incluido un proceso participativo en la construcción del cuestionario de lo que sería la primera Encuesta Nacional sobre la Situación Social de las Personas en Razón de su Identidad de Género, Orientación Sexual y Otras Orientaciones Sexuales e Identidades de Género no Hegemónicas (OSIGNH). Se generaron espacios de conversación para identificar las necesidades de información, en los que participaron más de 50 personas, entre las que se encontraban organizaciones LGBT+ del orden nacional y subnacional, representantes de instituciones nacionales y subnacionales que desarrollan política pública, y referentes académicos. El liderazgo confiado llevó al DANE a ser más abierto, transparente y receptivo con las comunidades, lo que a su vez se ha traducido en prácticas de datos más responsables y mejores datos en general.

Construir comunidades de aprendizaje

Nuestra experiencia en la Global Partnership confirma que la forma más eficaz de aumentar la comprensión, la confianza y las competencias interpersonales de los responsables de la toma de decisiones en materia de gobernanza de datos es a través de la experiencia directa (por ejemplo, mediante el aprendizaje entre iguales), en lugar de la educación formal. La educación a la medida de las necesidades es escasa (pocos recursos para la educación, por no decir ninguno, se centran en las habilidades necesarias para una gobernanza de datos responsable), y aún menos recursos existen en idiomas distintos del inglés. Dado que muchas decisiones en torno a la gobernanza de datos dependen del contexto, el aprendizaje entre iguales ofrece a los responsables de la toma de decisiones la oportunidad de escuchar múltiples perspectivas y compartir las mejores prácticas.

El poder del aprendizaje entre pares y de los intercambios informales fue una de las principales conclusiones del proyecto de la Global Partnership sobre la liberación de datos privados para el bien público. Al ayudar a Uruguay a sentar las bases para el éxito del intercambio de datos entre los sectores público y privado, descubrimos que facilitar los intercambios de conocimientos formales e informales entre países y crear oportunidades para el aprendizaje entre pares no solo era necesario (ya que no existía formación específica sobre este tema), sino increíblemente eficaz para aumentar la confianza y las capacidades de los líderes del Instituto Nacional de Estadística (INE) de Uruguay. En dos años, el INE pasó de poner a prueba nuevos enfoques de gobernanza para el intercambio de datos con el sector privado, a convertirse en un líder mundial en este ámbito.

Muchos responsables políticos están dispuestos a compartir sus retos y aprendizajes sobre la gobernanza de datos, y a participar en debates e intercambios en torno a este tema cada que se presenta la oportunidad. La comunidad de los datos para el bien tiene un importante papel que desempeñar a la hora de llenar los vacíos de competencias en materia de gobernanza de datos, facilitando la interacción y el aprendizaje entre países y organizaciones. Iniciativas como la Data Stewards Network del GovLab pueden ayudar a "reunir a líderes responsables de datos de todas las corporaciones para compartir conocimientos y avanzar conjuntamente en un enfoque nuevo y más profesional para la colaboración de datos".

¡Queremos saber de ti!

¿Está experimentando su organización con nuevos modelos de gobernanza de datos para incluir a las personas en la toma de decisiones a nivel regional, nacional o local? ¿Está aplicando formas innovadoras de garantizar que las voces de las personas formen parte de la toma de decisiones sobre datos?

La Global Partnership quiere saber de ti. Póngase en contacto con info@data4sdgs.org para explorar la posibilidad de colaborar y compartir recursos, formación y mucho más.

Autores

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Martina Barbero
Gestor político
Global Partnership for Sustainable Development Data

Martina trabaja en la promoción de nuestra labor política en materia de uso público de datos privados, plataformas de intercambio de datos y gobernanza de datos. En particular, se centra en apoyar un intercambio de datos más eficaz entre los sectores público y privado y en el marco de iniciativas de múltiples partes interesadas. Anteriormente, Martina trabajó como consultora senior en el equipo de estrategia del sector público de Deloitte, ayudando a la Comisión Europea en la adopción y aplicación de estrategias y políticas de datos, y como directora de operaciones de la Big Data Value Association y la Big Data Value Public Private Partnership. Posee dos másteres en Estudios Europeos, por el Colegio de Europa y la Universidad Libre de Bruselas. Reside en Bruselas.

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Janet McLaren
Responsable de Comunicación y Política
Global Partnership for Sustainable Development Data

Janet trabaja en el equipo de Comunicaciones para traducir el trabajo político de the Global Partnership en historias, mensajes y campañas convincentes de forma que sean accesibles, inclusivas y tengan impacto. Janet ha trabajado como periodista, editora y gestora de programas en diversos contextos y es coautora del libro de próxima publicación Global Development: Poverty, Inequality and the Politics of Data, junto con la Dra. Catherine Weaver, de la Universidad de Texas. Janet es licenciada en Periodismo y Estudios de Política Global. Reside en Austin, Texas.